La combinación perfecta de cultura, naturaleza y aventura se encuentra en el corazón de Sri Lanka y su vecina Maldivas. Viajar por estos destinos no solo es una experiencia visual, sino también emocional. A continuación, te contamos cómo culminar un viaje inolvidable desde el Triángulo Cultural de Sri Lanka hasta el paraíso de Maldivas, explorando cada rincón de estas tierras mágicas.
Recorrido cultural y despedidas en Sri Lanka
El día 17 de nuestro viaje marcó el final de una inmersión cultural en Sri Lanka. A primera hora de la mañana, después de un delicioso desayuno en el Gamodh Citadel Resort en Anuradhapura, comenzamos a empacar nuestras mochilas, preparándonos para dejar atrás un país que nos había cautivado por su belleza y su gente.
A pesar de la tristeza que suele acompañar las despedidas, sabíamos que se avecinaba una nueva aventura. Con un vuelo programado de Colombo a Malé esa misma noche, estábamos emocionados por lo que venía. Sri Lanka no solo nos había ofrecido paisajes impresionantes y un rico patrimonio cultural, sino también recuerdos imborrables de encuentros con personas extraordinarias como Wasanthi y M. Manualanthan, quienes hicieron de nuestro viaje una experiencia más enriquecedora.
La última parada: Mihintale
Antes de dirigirnos al aeropuerto de Negombo, decidimos hacer una última visita a Mihintale, el lugar donde se dice que comenzó el budismo en Sri Lanka. Este histórico sitio, ubicado a tan solo 10 kilómetros de Anuradhapura, es conocido por sus impresionantes ruinas y sus escaleras de granito que llevan a la cima.
Después de un trayecto de aproximadamente 30 minutos, llegamos a Mihintale. Al entrar, pagamos una pequeña tarifa de 500 rupias por persona para acceder al área. La emoción aumentaba a medida que ascendíamos por los 1840 escalones que nos llevarían a la cima de la colina, donde se encuentran las ruinas más importantes.
La leyenda cuenta que en el año 247 a.C., el rey Devanampiya Tissa encontró a Mahinda, el hijo del emperador indio Ashoka, en esta colina, lo que marcó la introducción del budismo en la isla. Este encuentro histórico se traduce en una visita cargada de espiritualidad, rodeada de la belleza natural que caracteriza a Sri Lanka.
La experiencia de explorar Mihintale
Durante nuestra visita, nos encontramos con una serie de estructuras antiguas, como la dagoba Kantaka Chetiya, que se cree que data del siglo III a.C. Al llegar al final de la primera sección de escaleras, descubrimos el antiguo refectorio donde los monjes alimentaban a los peregrinos. Este lugar está lleno de historia y cada paso que damos se siente como un viaje a través del tiempo.
- Escaleras de granito: 1840 peldaños que nos llevan a la cima.
- Dagoba Kantaka Chetiya: Una estructura imponente y simbólica.
- Antiguo refectorio: Un espacio que refleja la vida monástica del pasado.
- Vistas panorámicas: Desde la cima, se pueden disfrutar vistas espectaculares de la región.
El clima fue generoso con nosotros, ya que llegamos a Mihintale en un momento de calma antes que el monzón hiciera su aparición. Aprovechamos hasta el último minuto en este lugar sagrado, tomando fotografías y disfrutando de la paz que ofrece.
El camino hacia el aeropuerto de Colombo
Después de despedirnos de Mihintale, nos dirigimos hacia el aeropuerto de Negombo. El trayecto se tornó emocionante, lleno de recuerdos de nuestro tiempo en Sri Lanka. Aunque ya estábamos ansiosos por lo que vendría en Maldivas, no podíamos dejar de reflexionar sobre lo que habíamos vivido y aprendido en la isla.
Al llegar al aeropuerto, nos encontramos con una mezcla de emociones: la tristeza de dejar atrás un lugar tan hermoso y la anticipación de las aventuras que nos aguardaban. Con algunas horas de adelanto, decidimos explorar un poco más el aeropuerto y disfrutar de una deliciosa comida local, una manera perfecta de cerrar nuestro capítulo en Sri Lanka.
Vuelo de Colombo a Malé: la transición al paraíso
Finalmente, llegó el momento de abordar nuestro vuelo de Colombo a Malé. La transición de un ambiente cultural a uno tropical fue palpable tan pronto como cruzamos las puertas del aeropuerto. La atmósfera cambió drásticamente; el bullicio del aeropuerto se mezclaba con la anticipación de los viajeros que, al igual que nosotros, estaban listos para descubrir la belleza de Maldivas.
Nos encontramos rodeados de turistas con lujosos atuendos y equipaje de alto nivel, contrastando con nuestras mochilas y ropa de aventura. A pesar de esto, la emoción de ser parte de este viaje nos unía a todos. Mientras esperábamos para embarcar, no pudimos resistir la tentación de probar algunas samosas y helados, un pequeño capricho que nos alegró antes de partir.
Llegada a Malé y primeras impresiones
Al aterrizar en Malé, la sensación de haber llegado a un verdadero paraíso era abrumadora. La ciudad, aunque pequeña, vibraba con vida y color. Con nuestras mochilas en mano, nos dirigimos hacia la salida donde nuestro conductor nos esperaba. A pesar de que éramos los únicos con equipaje ligero, la amabilidad y curiosidad del hombre que nos recogió hicieron que nos sintiéramos bienvenidos.
Nos explicó que la mayoría de los turistas llegan con una gran cantidad de equipaje y que lo que nosotros llevábamos era inusual. Esto no solo nos generó una risa, sino que también reafirmó nuestra decisión de viajar ligero y disfrutar del momento. Con el sonido de las olas de fondo, nos dirigimos al Ripple Beach Inn, donde pasaríamos la noche antes de continuar nuestra aventura en el resort.
Preparativos para la aventura en Maldivas
Después de hacer el check-in, nos aseguramos de que todos los detalles de nuestro traslado al resort estuvieran confirmados. La ansiedad por llegar a Diamonds Thudufushi crecía, pero sabíamos que tendríamos que esperar hasta la mañana siguiente para nuestro traslado en hidroavión. Esta anticipación solo aumentaba nuestro entusiasmo.
Con vistas al océano desde nuestra habitación, reflexionamos sobre nuestra experiencia en Sri Lanka, agradecidos por cada momento vivido. En un instante, todos los desafíos y las aventuras parecían haber valido la pena. Ahora estábamos listos para disfrutar de la tranquilidad y la belleza incomparable que nos ofrecían las Maldivas.
Para aquellos interesados en visualizar cómo es el viaje desde Colombo a Malé, te invitamos a ver este interesante video que captura la esencia de este recorrido:
Consejos para tu viaje a Sri Lanka y Maldivas
Si estás planeando un viaje similar, aquí hay algunos consejos que pueden ser útiles:
- Planifica tu itinerario: Asegúrate de incluir tiempo para explorar tanto Sri Lanka como Maldivas.
- Viaja ligero: Las mochilas son más prácticas en estos destinos, especialmente si planeas moverte entre islas.
- Prueba la comida local: No te pierdas la oportunidad de disfrutar de la gastronomía típica en ambos países.
- Respeta la cultura: En lugares sagrados como Mihintale, es importante ser respetuoso con las tradiciones locales.
- Reservas con antelación: Asegúrate de tener tus alojamientos y traslados confirmados, especialmente en temporada alta.
En conclusión, el viaje desde Colombo a Malé es más que un simple traslado; es una transición que marca la entrada a un mundo nuevo, lleno de oportunidades para explorar, relajarse y disfrutar de la vida. Cada paso que des en Sri Lanka y Maldivas será un recuerdo que llevas contigo para siempre, un fiel reflejo de la belleza que estas tierras tienen para ofrecer.